Radiación térmica es la radiación emitida por un cuerpo como consecuencia de su temperatura y depende además de una propiedad superficial denominada emitancia. Todo cuerpo emite radiación hacia su entorno y absorbe radiación de éste.
La transferencia de energía por radiación aumenta con la potencia cuarta de la temperatura (T4), siendo sólo importante a partir de temperaturas superiores a varios miles de grados Kelvin
La radiación infrarroja de un radiador hogareño común o de un calefactor eléctrico es un ejemplo de radiación térmica, al igual que la luz emitida por una lámpara incandescente.
La relación existente entre la temperatura de un cuerpo y el espectro de frecuencias de su radiación emitida es aprovechada por los pirómetros ópticos.